Si bien es cierto que el sistema de "negocio" creado por Carlos Ponzi (conocido como Esquema Ponzi) fue descubierto y que este inmigrante italiano llegó a ser mundialmente considerado como un delincuente especializado en realizar estafas en inversión, muchas empresas y personas siguieron su esquema para hacer de sus beneficios su principal fuente de riqueza individual.
Para recordar un poco, es imprescindible indicar que el objetivo de todo negocio basado en el esquema Ponzi es el de generar beneficios redituables al atraer inversionistas capaces de realizar inversiones de dinero con promesas de altos rendimientos (intereses) a corto plazo. Una idea tan llamativa como esta hace que un alud de nuevos inversores o sucesivas reinversiones de los antiguos sean parte del negocio, generándose así un flujo de dinero que permite pagar los rendimientos prometidos al utilizarse el dinero que va entrando al negocio (nuevas inversiones). Desafortunadamente, mientras exista menos posibilidad de que nuevos inversionistas ingresen al negocio, existe mayor probabilidad de que los rendimientos de tengan que ser pagados nunca lleguen serlo, pues en aquel momento se necesitarán de más recursos de los existentes para pagar los intereses ofrecidos a los inversionistas. Es así como la caída de todo este fraude en los negocios llega a ser realidad. Es decir, el sistema cae cuando ocurren cualquiera de las dos siguientes situaciones:
1) Los gestores del esquema Ponzi, al verse limitados a entregar los beneficios, desaparecen con el dinero obtenido hasta el momento, lo cual genera un clima de incertidumbre (rumores, dudas, preocupación, etc.) en sus clientes al no saber nada de sus “socios comerciales”.
2) El fraude es descubierto debido a la intervención de las autoridades competentes (entidades reguladoras y el mismo Estado). Para el caso de empresas que realizan este tipo de fraude, muchas de ellas distinguen malos manejos en sus sistemas contables, lo que hace que, entre otras cosas, logren descubrir que gran parte de los rendimientos que supuestamente se han otorgado, en realidad, no existen.
Por último, debemos indicar que este tipo de “negocios” ha generado pérdidas económicas irreparables a empresas, personas, etc. Entre los casos recientes de estafas de empresas que funcionaban bajo esquemas Ponzi tenemos ejemplos en Colombia, en el año 2008, cuando quebraron la compañía Proyecciones D.R.F.E (Dinero Rápido, Fácil y Efectivo) y la empresa multinacional DMG Holding Group.
Características generales de la estrategia de sostenibilidad
En primer lugar es necesario indicar que, a largo plazo, todo acto fraudulento basado en el esquema Ponzi no llega a contemplar los 3 pilares sobre los cuales se establece la triple línea de base de la sostenibilidad en la ética para los negocios. Por lo tanto, cualquier negocio basado en el esquema Ponzi no llega a ser sostenible en el largo plazo ya que no llega a ser ético. Por lo tanto, claramente podemos apreciar que personas o empresas que utilizan el esquema Ponzi en sus maneras de hacer negocios no han puesto en práctica estrategias que ayuden a lograr una sostenibilidad en los pilares económico, social y ambiental.
Para realizar un análisis de los pilares de la triple base de la sostenibilidad; en primer lugar, podemos indicar que el pilar ambiental no ha tenido influencia directa en los casos de estafa en base a un esquema Ponzi, ya que estos tipos de “negocios de inversión” sólo tienen un alcance directo en lo económico y social. Sin embargo, puede connotarse un daño indirecto hacia el ambiente al saber que grandes inversionistas estafados estuvieron involucrados en proyectos de protección al medio ambiente y que, por lo tanto, una vez que se dieron cuenta que lo habían perdido todo, vieron limitados sus aspiraciones de buscar el bienestar social al realizar diversos proyectos, muchos de ellos ya planificados, de desarrollo ambiental. Es así como se llegó a generar un impacto devastador para numerosas fundaciones y organizaciones sin fines de lucro que no lograron llevar a cabo sus planes de acción de colaboración con el medio ambiente.
Con respecto al pilar económico podemos indicar que, en un corto plazo, una empresa o persona que se apoye en el esquema Ponzi para realizar negocios de inversión sí gozará de sostenibilidad económica, pues en aquel tiempo se puede aún asegurar el pago de las grandes rentabilidades prometidas a los inversores del negocio, es decir, el dinero puede seguir generando más dinero ya que no existe indicio o riesgo alguno para que el sistema colapse. Sin embargo, este sistema no llega a ser sostenible con el pasar del tiempo (largo plazo), pues, como sabemos, nada dura para siempre; y es que, en realidad, todo tiene un ciclo. Definitivamente, al llegar a un tope máximo en el cual ya no es factible que más inversionistas ingresen al negocio (debido a la imposibilidad de encontrar nuevos inversores), buena parte de los rendimientos ofrecidos a los últimos inversionistas ya no podrían ser pagados.
Lamentablemente, las acciones que hacen que este ciclo de “negocio” siga existiendo son, en gran parte, las especulaciones de las personas que dirigen el sistema, pues se aseguran así mismos que los inversionistas seguirán llegando y, a la vez, cada inversionista especula que seguirá recibiendo sus rendimientos porque otros ya lo están recibiendo o lo han recibido. Todo ello no hace más que nada crear un círculo vicioso que permita que nadie pueda salir del sistema.
Por último, con respecto al pilar social, en el largo plazo, los negocios de inversión basados en esquemas como el de Ponzi llega a afectar a su propio grupo de interés (empresas inversoras, fundaciones, ONG’s, personas naturales, el mismo Estado, etc.). Y es que este tipo de estafa se apoya en la esperanza de estos individuos por conseguir dinero rápido y fácil. Desde ahí, el impacto social que tiene este sistema, pues se encuentran de por medio las creencias y susceptibilidades de los posibles inversionistas hacia la necesidad de enriquecerse y ganar dinero realizando menor esfuerzo por conseguirlo.
Son diversos ejemplos en los cuales se puede observar cómo el esquema Ponzi aplicados a los negocios logró hacer insostenible las relaciones en la sociedad. Por ejemplo, el despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelos señaló que el volumen de la estafa basado en el esquema Ponzi ocasionada por Bernad L. Madoff, ex-presidente de Nasdaq y uno de los inversores más activos de los últimos 50 años, superará los 50.000 millones de dólares y que, además, se realizarán más de 15 000 demandas en todo el mundo que contarían con la participación de más de 45 000 abogados. Es así como, a través del último ejemplo, podemos notar como en negocios de inversión como el mencionado no se logran seguir estrategias de sostenibilidad relacionadas con la sociedad.
Finalmente, como se puede apreciar en todo el análisis, al crearse, en primer lugar, una insostenibilidad en lo ambiental y social, se logra que, tarde o temprano, el pilar económico se vea afectado y sea también insostenible. Por lo tanto, podemos indicar que debido al futuro ya casi predecible de este tipo de negocios, cualquier acto fraudulento auspiciado por el esquema Ponzi no llega a ser sostenible en el largo plazo por lo que el sistema termina cayendo y con él sus principales “beneficiarios”.
Redactado por Henry Vargas