Pregunta 4: Análisis - Triple base de la sostenibilidad
El Esquema Ponzi no contempla los 3 pilares sobre los cuales se establece la triple línea de base de la sostenibilidad en la ética para los negocios. A continuación, se detallará el análisis de cada pilar.
a) Ambiental:
El Esquema Ponzi no se basa en ninguna preocupación por la optimización de los recursos naturales con el fin de que puedan ser gozados por todos hoy y en el futuro.
b) Económico:
En un sistema como el de Ponzi, en el cual el fraude se convierte en el principal causante de las terribles consecuencias en el sistema financiero, la economía de los afectados y del lugar en donde se realiza el fraude suelen manifestar sus primeros llamados de auxilio.
Como ya se ha mencionado, el esquema Ponzi busca inversiones de dinero con promesas de intereses nada despreciables a corto plazo para los inversionistas. Ello trae consigo una avalancha de nuevos inversionistas y reinversiones de los antiguos, generándose así un gran flujo de dinero entrante que permite pagar los altos intereses ofrecidos anteriormente y, por ende, la satisfacción de los inversionistas al tener sus rendimientos a tiempo. Pero, ¿qué pasa si no entran más inversionistas al sistema? Como sabemos, nada dura para siempre; en realidad, todo tiene un ciclo. Nadie puede realizar acciones basándose en lo que “probablemente habrá”, sino en lo que “realmente hay o de lo que sabe que habrá”. Es ahí en donde este esquema toma el sinónimo de “fraude” y ocasiona grandes desperfectos en la economía.
El crecimiento de este tipo de “inversiones” impone demandas que la economía no puede soportar; pues, al haber más personas naturales y jurídicas invirtiendo en este sistema (viudas que vendían sus casas para obtener rápidas ganancias, empresarios que invertían los ahorros de toda una vida de trabajo, etc.), poco a poco se iban quedando con menos de su capital personal para invertir en otros bienes y servicios, haciendo retroceder al mercado y recortando el empleo y la inversión. Asimismo, las especulaciones de los que dirigen el sistema acerca de que los inversionistas seguirán llegando y las especulaciones de los inversionistas de que seguirán recibiendo sus rendimientos porque otros ya lo están recibiendo hacen que se cree un círculo vicioso que no permita a nadie salir del sistema. Como consecuencia, se produce el estancamiento del mercado y se hace insostenible en el largo plazo.
Algunos estudios mencionan que la crisis por la que, actualmente, atraviesa el mundo se debe a la existencia de sucesivos esquemas Ponzi alrededor del planeta. Comenzando por que toda la economía estadounidense, desde hace ya varios años, se ha estructurado como un fraude del tipo esquema Ponzi. Ante ello, se puede decir que ya se puede hablar de una “riqueza natural” y una “riqueza adquirida, derivada o ficticia”. La primera proveniente de las ganancias directas de algún negocio, etc.; y la segunda, que ya está desapareciendo o ya han desaparecido, proveniente de este tipo de sistemas fraudulentos.
Finalmente, es necesario recalcar el papel del gobierno en la toma de acciones acertadas que protejan a los inversionistas y que les ofrezca la información necesaria sobre el verdadero funcionamiento del sistema financiero (riesgos, beneficios, etc.). Todo ello con el fin de que puedan tomar decisiones acerca de cómo invertir su dinero sobre la base a información conocida y compartida por todos evitando así lo que se denomina “asimetría de la información”.
c) Social:
El esquema Ponzi, más que una estafa, puede ser catalogado como un comportamiento social de especulación extrema en el que puede participar hasta el sector público, como en muchos países se ha comprobado. Este tipo de estafa se apoya en la esperanza de las personas de conseguir dinero rápido y fácil. Desde ahí, el impacto social que tiene este sistema, pues se encuentran de por medio las creencias y susceptibilidades de los posibles “inversionistas” hacia la necesidad de enriquecerse y ganar dinero realizando menor esfuerzo por conseguirlo.
Es razonable mencionar que el principal problema radicaría en la actitud financiera poco responsable que poseen muchas personas en el mundo. El invertir dinero no es sólo colocarlo en el lugar que te retornará mayor beneficio, aunque sea lo primero que nos fijemos; en realidad, existen otros indicadores que nos ayudan a elegir la mejor opción. Lo malo es que no todos sabemos cuáles son, y si los sabemos, no sabemos cómo se utilizan. Es así como el esquema Ponzi, al parecer una inversión atractiva que paga rendimientos más elevados de lo normal, ocasiona que muchas personas caigan en la trampa debido a la “gran oportunidad” que ellos creen que se les esta presentando en el camino.
Con el tiempo, luego de que las estafas salieron a la luz, se puede mencionar de que ya existe una notable desconfianza en el sistema financiero (sobre todo en las inversiones con altos rendimientos). En muchos casos, muy bien fundamentada y propensa a expandirse, cada vez más, en la sociedad. Mas aún cuando un sistema como el de Ponzi es considerado como un delito en varios países del mundo.
Asimismo, debido a esta desconfianza, se está percibiendo un cierto rechazo hacia algunas instituciones que suelen trabajar con un tipo de sistema parecido al esquema Ponzi y que, no necesariamente, desencadenan los mismos resultados. Ejemplo de ellos son los sistemas que se basan en el Network Marketing, los sistemas de Marketing Multinivel o Redes Piramidales y las opciones de “Trabaje desde casa”. Estos tipos de negocios han disminuido sus colaboradores y, en algunos casos, han perdido posicionamiento como institución y marca debido a algunos escándalos de estafa por beneficios que, supuestamente, debieron recibir sus colaboradores.
Finalmente, luego de conocer estos problemas de fraudes en inversiones, creemos que es muy importante volver a crear la confianza en la sociedad realizando una efectiva supervisión en materia de inversión y creando productos financieros que gocen de suficiente transparencia, dejando atrás los daños materiales y psicológicos que ocasionan los fraudes en sus víctimas. Todo ello con el fin de que la sociedad pueda realizar inversiones sin ningún temor y poder cubrir hasta sus necesidades básicas con rendimientos esperados tangibles en el corto plazo más que con promesas que nunca llegarán.
Redactado por Henry Vargas
El Esquema Ponzi no contempla los 3 pilares sobre los cuales se establece la triple línea de base de la sostenibilidad en la ética para los negocios. A continuación, se detallará el análisis de cada pilar.
a) Ambiental:
El Esquema Ponzi no se basa en ninguna preocupación por la optimización de los recursos naturales con el fin de que puedan ser gozados por todos hoy y en el futuro.
b) Económico:
En un sistema como el de Ponzi, en el cual el fraude se convierte en el principal causante de las terribles consecuencias en el sistema financiero, la economía de los afectados y del lugar en donde se realiza el fraude suelen manifestar sus primeros llamados de auxilio.
Como ya se ha mencionado, el esquema Ponzi busca inversiones de dinero con promesas de intereses nada despreciables a corto plazo para los inversionistas. Ello trae consigo una avalancha de nuevos inversionistas y reinversiones de los antiguos, generándose así un gran flujo de dinero entrante que permite pagar los altos intereses ofrecidos anteriormente y, por ende, la satisfacción de los inversionistas al tener sus rendimientos a tiempo. Pero, ¿qué pasa si no entran más inversionistas al sistema? Como sabemos, nada dura para siempre; en realidad, todo tiene un ciclo. Nadie puede realizar acciones basándose en lo que “probablemente habrá”, sino en lo que “realmente hay o de lo que sabe que habrá”. Es ahí en donde este esquema toma el sinónimo de “fraude” y ocasiona grandes desperfectos en la economía.
El crecimiento de este tipo de “inversiones” impone demandas que la economía no puede soportar; pues, al haber más personas naturales y jurídicas invirtiendo en este sistema (viudas que vendían sus casas para obtener rápidas ganancias, empresarios que invertían los ahorros de toda una vida de trabajo, etc.), poco a poco se iban quedando con menos de su capital personal para invertir en otros bienes y servicios, haciendo retroceder al mercado y recortando el empleo y la inversión. Asimismo, las especulaciones de los que dirigen el sistema acerca de que los inversionistas seguirán llegando y las especulaciones de los inversionistas de que seguirán recibiendo sus rendimientos porque otros ya lo están recibiendo hacen que se cree un círculo vicioso que no permita a nadie salir del sistema. Como consecuencia, se produce el estancamiento del mercado y se hace insostenible en el largo plazo.
Algunos estudios mencionan que la crisis por la que, actualmente, atraviesa el mundo se debe a la existencia de sucesivos esquemas Ponzi alrededor del planeta. Comenzando por que toda la economía estadounidense, desde hace ya varios años, se ha estructurado como un fraude del tipo esquema Ponzi. Ante ello, se puede decir que ya se puede hablar de una “riqueza natural” y una “riqueza adquirida, derivada o ficticia”. La primera proveniente de las ganancias directas de algún negocio, etc.; y la segunda, que ya está desapareciendo o ya han desaparecido, proveniente de este tipo de sistemas fraudulentos.
Finalmente, es necesario recalcar el papel del gobierno en la toma de acciones acertadas que protejan a los inversionistas y que les ofrezca la información necesaria sobre el verdadero funcionamiento del sistema financiero (riesgos, beneficios, etc.). Todo ello con el fin de que puedan tomar decisiones acerca de cómo invertir su dinero sobre la base a información conocida y compartida por todos evitando así lo que se denomina “asimetría de la información”.
c) Social:
El esquema Ponzi, más que una estafa, puede ser catalogado como un comportamiento social de especulación extrema en el que puede participar hasta el sector público, como en muchos países se ha comprobado. Este tipo de estafa se apoya en la esperanza de las personas de conseguir dinero rápido y fácil. Desde ahí, el impacto social que tiene este sistema, pues se encuentran de por medio las creencias y susceptibilidades de los posibles “inversionistas” hacia la necesidad de enriquecerse y ganar dinero realizando menor esfuerzo por conseguirlo.
Es razonable mencionar que el principal problema radicaría en la actitud financiera poco responsable que poseen muchas personas en el mundo. El invertir dinero no es sólo colocarlo en el lugar que te retornará mayor beneficio, aunque sea lo primero que nos fijemos; en realidad, existen otros indicadores que nos ayudan a elegir la mejor opción. Lo malo es que no todos sabemos cuáles son, y si los sabemos, no sabemos cómo se utilizan. Es así como el esquema Ponzi, al parecer una inversión atractiva que paga rendimientos más elevados de lo normal, ocasiona que muchas personas caigan en la trampa debido a la “gran oportunidad” que ellos creen que se les esta presentando en el camino.
Con el tiempo, luego de que las estafas salieron a la luz, se puede mencionar de que ya existe una notable desconfianza en el sistema financiero (sobre todo en las inversiones con altos rendimientos). En muchos casos, muy bien fundamentada y propensa a expandirse, cada vez más, en la sociedad. Mas aún cuando un sistema como el de Ponzi es considerado como un delito en varios países del mundo.
Asimismo, debido a esta desconfianza, se está percibiendo un cierto rechazo hacia algunas instituciones que suelen trabajar con un tipo de sistema parecido al esquema Ponzi y que, no necesariamente, desencadenan los mismos resultados. Ejemplo de ellos son los sistemas que se basan en el Network Marketing, los sistemas de Marketing Multinivel o Redes Piramidales y las opciones de “Trabaje desde casa”. Estos tipos de negocios han disminuido sus colaboradores y, en algunos casos, han perdido posicionamiento como institución y marca debido a algunos escándalos de estafa por beneficios que, supuestamente, debieron recibir sus colaboradores.
Finalmente, luego de conocer estos problemas de fraudes en inversiones, creemos que es muy importante volver a crear la confianza en la sociedad realizando una efectiva supervisión en materia de inversión y creando productos financieros que gocen de suficiente transparencia, dejando atrás los daños materiales y psicológicos que ocasionan los fraudes en sus víctimas. Todo ello con el fin de que la sociedad pueda realizar inversiones sin ningún temor y poder cubrir hasta sus necesidades básicas con rendimientos esperados tangibles en el corto plazo más que con promesas que nunca llegarán.
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